Uno intenta luchar por aquello que está bien, intenta repartir justicia en lo injusto, intenta repartir esas últimas caladas de aire a quienes más lo necesitan pero,
¿Y si tú eres el que provoca esas injusticias?
¿Y si tú eres el que quita esas caladas de aire a quienes más lo necesitan?
¿Y si tú eres el problema y no lo puedes solucionar?
Hay cosas que son inevitables pero a veces uno esta rodeado de tormentas y lluvias. Lluvias que no cesan y tormentas que no se alejan de ti.
Al final te vas desgastando, te vas hiriendo y no consigues avanzar, es por eso que quizás sea hora de alejarse de todo aquello, de huir de las tormentas, aunque estas no desaparezcan. Dejarlas aparcadas un tiempo y no volver ni siquiera a mirarlas.
O quizás puede ser que esas tormentas las lleve uno dentro...