martes, 28 de febrero de 2012

Ser demasiado bueno tiene un precio

- Y Rompí a llorar.
+ ¿Por qué lo hiciste? ¿Crees que los actos no tienen consecuencia?
- En ese momento no lo pensé, sólo me deje llevar...
+ Mira, siento ser duro, pero te lo mereces. A mi me enseñaron a jugar con juguetes, no con los sentimientos de las personas. Además, te lo avise: "Nunca pasa, hasta que pasa".
Ahora estoy sufriendo... Yo no tuve la culpa de nada.

2 comentarios:

  1. A veces actuamos & no pensamos en como nuestros actos lastiman a los demas, podemos arrepentirnos pero no dejamos de ser culpables.
    Te dejo un beso :)

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    1. Exacto. La gente no suele pensar en que sus actos pueden repercutir en los demás.
      Muchas gracias de nuevo Gabi :)
      Un beso.

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