miércoles, 28 de marzo de 2012

Jamás permitas que tus sueños se alejen

Escrito por él:


La volví a ver, ahí estaba, en el mismo lugar, a la misma hora. Era la misma, salvo que estaba nuevamente sola, igual que ayer.
Quisiera decirla todo lo que guardo en mi interior, pero el miedo a ser rechazado me impide ser valiente y poder expresarme.
Cada día me despierto pensando en ella, imaginándome que está a mi lado, realmente me la imagino en todas partes.
¿Dónde quedó ese niño al que no le importaba la respuesta final, al que solo le importaba decir lo que pensaba?
Viene el autobús. Aguardo detrás de un par de personas. Delante de tan solo dos personas esta ella. Entra.
Me siento al lado de la ventana, como hago siempre. Pudiendo ver casi todo lo que pasa a mi alrededor, sin que a nadie le importe lo que haga.
Me siento solo.


Cada día me intento llenar de fuerzas para poder hablar con ella, al menos poder decirla un simple "Hola", pero cada vez que me acerco a ella los pulmones me impiden respirar y el corazón empieza a latir de forma desenfrenada. ¿Sabes a lo que me refiero?


Su parada. Coge sus cosas y se baja. Las puertas se cierran lentamente. La miro desde la ventana y nuestras miradas se cruzan. El autobús se pone en marcha.


Le pedí al conductor que frenara. Las puertas se abren lentamente. Fui corriendo hacia su lado y la besé.


Escrito por ella:

Le volví a ver, ahí estaba, en el mismo lugar, a la misma hora. Era el mismo, salvo que estaba nuevamente solo, igual que ayer.
Quisiera decirle todo lo que guardo en mi interior, pero el miedo a ser rechazada me impide ser valiente y poder expresarme.
Cada día me despierto pensando en él, imaginándome que está a mi lado, realmente me le imagino en todas partes.
¿Dónde quedó esa niña a la que no le importaba la respuesta final, a la que solo la importaba decir lo que pensaba?
Viene el autobús. Estoy delante de un par de personas, detrás de tan solo dos personas esta él. Él entro después.
Me siento delante, como hago siempre. Sin ver nada de lo que hay a mi alrededor, sin que a nadie le importe lo que haga.
Me siento sola.


Cada día me intento llenar de fuerzas para poder hablar con él, al menos poder decirle un simple "Hola", pero cada vez que me acerco a él los pulmones me impiden respirar y el corazón empieza a latir de forma desenfrenada. ¿Sabes a lo que me refiero?


Llega mi parada. Cojo mis cosas y me bajo. Las puertas se cierran lentamente tras mi salida. Le miro desde abajo y nuestras miradas se cruzan. El autobús se pone en marcha.


De repente el autobús frena. Las puertas se abren lentamente. Vino corriendo hacia mi lado y me beso.

2 comentarios:

  1. ah qe hermoso! Me encantoo, te juro. Guah sos un genio. Me qede sin palabras enserio :)

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    1. Me alegro que te gustara, me llevo un par de días escribirla, por pereza sobre todo :)
      Un beso Sofía y gracias :D

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