De vez en cuando pienso en cuando estabamos juntos,
como cuando dijiste
que te sentías tan feliz que podrías morir.
Me dije a mí mismo que eras adecuada para mí,
pero me sentía tan solo en tu compañia,
pero eso era amor y esto es un dolor que todavía recuerdo.
Puedes hacerte adicto a cierta clase de tristeza,
como resignarte al final,
siempre el final.
Así que cuando nos dimos cuenta que no teníamos sentido,
bueno, dijiste que todavía podíamos ser amigos,
pero admitiré que me alegré de que se acabara.
Pero no tienes que cortar todos los lazos conmigo,
hacer como que nunca ha pasado,
y que no fuimos nada,
y ni siquiera necesito tu amor,
pero me tratas como a un extraño,
y eso resulta tan duro.
Muchas veces, vemos que la persona a la que amamos no es la adecuada. Otras veces, nos damos cuenta, como dices, "al final", pero realmente, al intentar olvidarte de esa persona, lo único que consigues es disfrazar algo que no quieres que ocurra. No se puede ser amigo de la persona de quien estás perdidamente enamorada. O puedes serlo, tras haber dado ese paso que diferencia el amor y la complicidad de un amigo. Pero realmente, es una ley no escrita que muchos desean cambiar, y realmente, es duro con solo imaginarlo. Me encantan tus entradas, como muy bien te dije una vez, tus palabras me enamoran. Me hacen sentirme muy identificada, y eso me gusta. Al fin y al cabo, tal vez no seamos muy diferentes. Te mando un beso desde mi pequeño mundo.
ResponderEliminarA todo el mundo le gusta saber que existe alguien que se parece a uno mismo, te sientes más acompañado, aunque a esa persona no la conozcas en persona xD
EliminarProcurare pasarme por tu blog más a menudo para verificar esa empatía nuestra.
Un besazo Judith!!!
¿Y esó?¿por qué no te gusta la canción?
ResponderEliminarPor experiencia se que aunque amemos a una persona no siempre es la adecuada, a ti te lo puede parecer en el momento, pero por desgracia no siempre es así.