A veces por ser demasiado bueno toca pagar un precio demasiado alto
Jamás te importaron mis verdades, mis historias o mis realidades.
Lo único que existió para ti fue el daño que recibí por cada una de tus mentiras, por tus cuentos de hadas y por tu modo de hacer todo esto tan irreal.
Pues adiós a lo que hace daño. Así sin más. ¡Un besazo!
ResponderEliminarExacto, tú siempre dices todo ¿eh? jaja
Eliminar¡Un besazo Nerea!
Lo sé, pero siempre habrá personas que solo piensen es si mismas por desgracia...
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