miércoles, 30 de mayo de 2012

A veces por ser demasiado bueno toca pagar un precio demasiado alto

Jamás te importaron mis verdades, mis historias o mis realidades.
Lo único que existió para ti fue el daño que recibí por cada una de tus mentiras, por tus cuentos de hadas y por tu modo de hacer todo esto tan irreal.

3 comentarios:

  1. Pues adiós a lo que hace daño. Así sin más. ¡Un besazo!

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    1. Exacto, tú siempre dices todo ¿eh? jaja
      ¡Un besazo Nerea!

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  2. Lo sé, pero siempre habrá personas que solo piensen es si mismas por desgracia...

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